martes, 26 de agosto de 2008

La segunda semana de Carol y Curro

Después de la resaca de San Francisco nos tomamos un par de días "libres" para ver Seattle:
Madison Park:


este es el pequeño embarcadero del Lago Washington.

Gas Works Park:
era una antigua refinería de gas, han aprovechado para hacer un parque...tiene unas vista preciosas de la ciudad, entre ellas las casas flotantes donde rodaron "Algo para recordar".

Nos acercamos a Freemont:


Jardín Japonés:



No paramos...casi nos salen ampollas de tanto ir y venir, pero la verdad es que es increíble la ciudad.

Otro día decidimos irnos a ver más cosas del estado de Washington. Nos acercamos al Mt. Rainier, sus alrededores son alucinantes, salvaje, encantador, cristalino...







me lo pasé genial...es diferente a todo lo que había visto hasta ese momento.

Era el 2º aniversario de nuestra boda, quedamos con Carlos y con mi compañera de conversación en su casa y tuvieron un detalle maravilloso con nosotros,

¡Gracias Marjorie y Janice! Nos emocionasteis muchísimo.

Al día siguiente nos fuimos a las Cascades, para no olvidar en donde trabajo nos acercamos a un par de presas y centrales hidráulicas...



Snohomish:




Leavenworth, pueblito de estilo alemán:



Menudos viajes nos hicimos...pero Carlos y yo, les tuvimos una sorpresa guardada, aunque no sabíamos si a la Carola le gustaría. Reservamos un vuelo en hidroavión hasta la isla Victoria, Canadá.

Yo lo disfrute un montón, el vuelo fue muy suave y ligero, no da nada de miedo y la sensación es muchísimo más agradable que un avión grande.

Victoria es una ciudad con aires muy británicos os enseño una pequeña muestra:




Tuvimos la gran suerte que, en el fin de semana que estuvimos, había un festival que se llama Luminara. La ciudad se prepara para este festival nocturno, música. velas y color.





Mereció la pena irnos hasta allí...la vuelta la hicimos en ferry, la Carola y yo nos mareamos un poquito, pero aguantamos el tipo. Además el paisaje entre las islas hacía que el viaje fuera muy entretenido...pero las dos preferimos el hidroavión.

Su viaje no duro más, pero lo aprovechamos al máximo...o todo lo que el apéndice de Curro nos dejo. Esa es otra historia....

No hay comentarios: