A Nandi le gustan mucho las ostras, así que allá fuimos. Yo porque no puedo, pero tenían una pinta estupenda.
Eligieron un plato donde les daban para degustar 4 ostras distintas acompañadas de 4 cervezas diferentes... a medida que la ostra era de un sabor más intenso, la cerveza también.
Lo mejor de todo, es que Carlos también le acompañó... no os lo creeréis, pues aquí tenéis una muestra:
Increíble, ¿verdad? Pues si, se tomo todo y no dejo ni gota. Papi, como tú lo hubieras hecho.Mientras tanto Celia y yo compartimos unos langostinos con mejillones y verduras... no estaba mal.
Ellos se pidieron el New York steak y yo atún rojo, que estaba delicioso.
Después de este atracón, nos fuimos a casa porque a la mañana siguiente nos íbamos temprano a ver orcas, nuestro recorrido fue el siguiente:
El viaje fue un poco pesado, porque lo hicimos en coche durante dos hora y pico hasta Anacortes, después hay que coger un ferrie que dura también otras dos horas largas hasta Friday Harbor.Nada más llegar nos dimos un pequeño paseo por Friday Harbor y comimos algo, antes de tomar el barco, y dar un paseo en barco por las Islas San Juan.
Nos montamos con dirección a buscar Orcas:
Mientras llegábamos, vimos paisajes alucinantes, además tuvimos la gran suerte que se fue despejando y pudimos tomar el sol:
Por fin vimos Orcas, no permiten acercarse mucho a ellas, pero vimos que era una familia bastante grande. La abuela tiene alrededor de 100 años.
Cuando terminó nuestro crucero de 3 horas, conocimos a Popoye, es una foca que está en el puerto desde hace tiempo, como será que le han hecho una estatua...
...y le dimos de comer.
Volvimos para casa, estábamos muertos. Además, teníamos que madrugar a la mañana siguiente, porque se marchaban los pequeños aventureros:
nos veremos pronto...septiembre está a la vuelta de la esquina.
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