Pasada la frontera con Canadá, unos kilómetros después, nos encontramos con campos y campos de tulipanes. No faltaba ningún color...me encanta estar en contacto con la naturaleza, me da vida.
Es inexplicable ver tantísimas flores alrededor tuya.
Llegábamos tarde, por lo tanto, estábamos totalmente solos con lo cual pudimos disfrutar mucho más, lo malo es que la luz se nos marchaba y teníamos poco tiempo para ver todo... mientras que íbamos de un terreno a otro, nos encontramos con unos caballos...
... paramos el coche y me baje para verlos más de cerca, vinieron todos hacia a mi. No me atreví a tocarlos, por si acaso los dueños me pegaban un tiro. Pero eran preciosos.
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