
Después de dejar a Ana en el aeropuerto, decidimos darnos una vuelta y tomar un brunch... como no comer, comer.
Me llevaron por una calle que jamás había pasado, la pared estaba llena de chicles... ¡es asqueroso! o por o menos a mi me lo parece.
Al restaurante que fuimos está en Post Alley, es de estilo francés, algunos platos se parecen a los franceses, pero por ejemplo tienen hamburguesa de cordero (Ana, ¿te suena?):

Franceses escuchadme, ¿quién ha visto una hamburguesa de cordero? ¿Hamburguesa en Francia?¿Típico? Yo pensaba que eran las crepes. Pero, Carlos se la comió como un campeón.

Yo tomé algo parecido a las torrijas:
Tengo que decir que estaba bastante bueno...no deje ni una miga.
Pero este ritmo de comida no podemos seguirlo, así que hemos decidido hacer más ejercicio...
No os lo vais a creer, pero si nos hemos comprado unas bicis... ya nos veréis qué equipo tenemos y sobre todo, qué pintas.
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